El Óctuple Sendero (1/9)

El Óctuple Sendero.

Lo que llamamos el Óctuple Sendero es en realidad la Vía del Buda, es la quintaesencia de su enseñanza. Comenzó a enseñarlo en el sermón de Benarés, tras su despertar. Enunció lo que él llamaba la Vía del Medio a partir de las Cuatro Nobles verdades, la cuarta era el Óctuple Sendero. Este Óctuple Sendero explica cómo practicar para avanzar por el camino de la liberación y experimentar en esta vida un estado de fin del sufrimiento y de liberación.
La Vía que el Buda enseñó a lo largo de su vida no fue sino modulaciones de este primer sermón y, sobre todo, de lo que él llamaba el Óctuple Sendero. De una u otra manera retomó este tema durante cuarenta y cinco años, e incluso los más grandes textos del Mahayana no son más que modulaciones de aquél. Éste es uno de los importantes temas que me gustaría desarrollar puesto que a menudo tenemos la idea de que el Óctuple Sendero es la enseñanza del pequeño vehículo, del Hinayana, por oposición a la enseñanza del Mahayana, el gran vehículo, que estaría más allá de esta Vía óctuple enseñada por Buda en su primer sermón en Benarés. En realidad creo que las enseñanzas del Mahayana y el ideal del bodhisattva están incluidos en el Óctuple Sendero. Todo está dicho desde el primer sermón. ¿Así las cosas, por qué el Óctuple Sendero? Porque la Vía que presenta contiene ocho aspectos, ocho ramales. Los enumero rápidamente, después volveré a sobre ellos con todo detalle.
El primero es la comprensión justa. El segundo, el pensamiento justo. Estos dos primeros elementos están agrupados generalmente bajo el tema de la sabiduría. Después hay otros tres ramales de este Óctuple Sendero que se remontan a lo que llamamos ética: la palabra justa, la acción justa y el modo de vida justo. Por fin los tres últimos ramales del Óctuple Sendero conciernen a todo lo que se refiere a la meditación, a la concentración y a la atención. Estos tres aspectos son el esfuerzo justo o mejor dicho la energía (vyria) que ponemos en la práctica, la atención justa y la meditación justa (el zazen en la escuela Soto).
Para hablar del Óctuple Sendero voy a empezar por lo que parece ser el final, es decir la meditación justa, puesto que para el Buda era la fuente. Si él pudo hacer realidad el despertar y enseñar las Cuatro Nobles Verdades, la Vía de solución del sufrimiento, es porque había experimentado este despertar en la práctica de zazen. Además, todos vosotros empezáis por hacer zazen y después, si llega el caso, oís hablar de las Cuatro Nobles Verdades y del Óctuple Sendero del que voy a hablar ahora en el orden tradicional, incluso si en realidad el orden no importa.
En efecto, los ocho ramales deben ser practicados simultáneamente y son totalmente interdependientes. No empezamos por la sabiduría, la comprensión, para después dedicarnos a la práctica de la ética, de los preceptos, de la acción justa y, por último, estar preparados para acceder a la práctica de la atención o de la meditación justa. En realidad estos tres aspecto que llamamos en el zen kai jo e (kai, los preceptos, jo, la meditación y e, la sabiduría) se consideran como un trípode y, si falta uno, las cosas no pueden funcionar, la Vía no puede hacerse realidad. Dado que los ocho deben ser practicados simultáneamente, poco importa el orden en el que empecemos.

 (continuará...) 

Roland Yuno Rech
ENSEÑANZA BÚDICA Nº2
Templo de la Gendronnière, Verano 2001

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