Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2023

Los deseos de Ryokan - Guy Mokuho Mercier

Los deseos de Ryokan   Cuando uno está sin deseos, está totalmente feliz. Cuando uno desea, diez mil cosas no pueden satisfacerle. Unas simples verduras pueden aplacar el hambre,  un hábito negro es suficiente para vestir el cuerpo. Solo, contemplo la naturaleza y canto. El arroyo al pie de la roca aclara mis oídos. En la cima de la montaña, los pinos son magníficos. Ryokan Querido Ryokan, gracias por enseñarnos sencillez, sobriedad y alegría con palabras tan claras. ¡Sabemos que correr tras diez mil cosas nunca saciará nuestra sed y, sin embargo, seguimos deseándolas! ¡En verdad somos ignorantes de nuestra propia vida! ¡Hay muchas cosas que, sin que nos demos cuenta, nos enseñan que la vida es un milagro! Querido Ryokan, gracias por abrir, a través de tus palabras, los ojos de nuestro corazón, para observar en nuestro interior luces y tinieblas, y dejar que las diez mil cosas se agoten con el trascurso del tiempo. Hemos querido a este mundo que continúa floreciendo en su propia destru

Wu wei (No acción)

Imagen
  WU WEI "Wu wei: No acción. Significa "sin esfuerzo" y "crecimiento": las plantas crecen por wu wei, es decir no hacen nada para crecer, simplemente lo hacen. El Wu Wei es, pues, una forma natural de hacer las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y principio. Hacer sin acción se basa en: La tranquilidad La virtud de no desasosegarse con facilidad y el dominio en la eliminación de los movimientos –físicos, emocionales y mentales-, la brusquedad y la violencia; con su obtención lograremos un elemento imprescindible para la acción correcta en todos los órdenes de la vida. Si bien es cierto la tranquilidad es un fruto que crece a la luz de la madurez y la experiencia, no lo es menos que se trata de una actitud asumible y adaptable a nuestra conducta a través de un aprendizaje consciente. La ligereza Dentro de la enseñanza taoísta, la ligereza es la virtud de no cargar de contenidos densos el significado de los sucesos en los que somos

Sé tú mismo - Pedro M Lamet

Imagen
SÉ TÚ MISMO 3 de febrero de 2023   por  espiritualidadPamplona Cada día encuentro a más gente angustiada. Me dicen que viven agobiados, deprimidos por las noticias, la crisis, el mundo que vivimos. Y, si son creyentes, los escándalos de la Iglesia les quitan la fe. Quizás porque los medios airean solo lo negativo. Para mí es un problema de enfoque.  Vivimos en la cáscara de todo, desde el yo-idea, el pensamiento . Hay que buscar un camino directo al corazón. Hace muchos años visitaba en compañía de un amigo un templo budista-zen en la sagrada ciudad de Nara (Japón). El pequeño jardín japonés, perfecto y recortado, brillaba desde la ventana a la altura de nuestros ojos mientras tomábamos una taza de té. Parecía un cuadro recién colgado ante nuestra mirada sorprendida. El monje, de cráneo pelado y mirada penetrante, que se llamaba Nishizawa, se dirigió de pronto a mí en japonés. Mi acompañante, el profesor de la Universidad Sophia, Juan Masiá, me tradujo sus palabras, que nunca olvidaré:

La importancia de la compasión.

La importancia de la compasión Teisho de Roland Yuno Rech 27 de agosto de 2014 La compasión es fundamental en nuestra práctica. Si no nos alienta el espíritu de compasión y de benevolencia hacia todos los seres, nuestra práctica de meditación puede incluso ser peligrosa, pues puede reforzar nuestro poder egótico y pervertir el sentido de la práctica. Por ejemplo, en las artes marciales se quiere meditar para ser más fuerte, para estar más concentrado y poder cortar en dos al adversario; es un ejemplo extremo, pero hay gente que hace zazen por esta razón. A veces vemos gente que practica zazen, incluso en nuestra sangha, a la que la práctica endurece. Por lo tanto hay un error en algún sitio. Por otra parte, algunos están totalmente de acuerdo en abandonar sus apegos durante zazen, pero no están nada de acuerdo en hacerlo en la vida cotidiana. Zazen se convierte en un paréntesis: «Vale, pero luego no.» Para empezar me gustaría citar al maestro Nyojô, el maestro de Dôgen, que ha