Las cuatro vías del bodhisattva (2/6)

DAISATTA SHISHOBO 
Las cuatro vías del bodhisattva.

Amar zazen.

¿Qué hay que añadir? ¿Qué falta a este zazen? Cuando practicamos zazen juntos, podemos hacer la experiencia de una forma de ser en nuestra vida, donde no falta nada. Donde no son necesarios los “tú debes”; donde los “hay que” desaparecen. Cuando nos sentamos en esta actitud, en este estado, podemos realizar la verdadera libertad. Dejar la tensión entre una u otra cosa. Cada instante es absoluto, completo. Más allá del antes y del después. 

Un aspecto importante de nuestra vida de bodhisattva es amar zazen, compartir nuestro amor de zazen con los otros. En ese momento no hay necesidad de esfuerzo. Si uno quiere, el esfuerzo no es necesario. El amor es mucho más poderoso que la fuerza. Cuanto más damos a zazen nuestra atención, nuestra energía, más podemos recibir de zazen y más natural se convierte el compartir con otros esta práctica.

Estoy aquí hoy con vosotros porque, desde el primer instante que hice zazen, amé el zazen. Diría que zazen también me ha amado e incluso esto que trato de expresar, esto, viene después. La práctica de zazen no tiene consciencia de hacer zazen, de amar zazen, de ser amada por zazen. En el instante de zazen no hay más que zazen, todo el resto desaparece. Todo el resto se libera.

(continuará).


Roland Yuno Rech
Solingen 1996

Enseñanza  publicada por el Dojô Zen Genjo de Pamplona/Iruña
www.zennavarra.blogspot.com

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