Palabras de un maestro.

Un antepasado dijo:
Cuando la confusión cesa, llega la tranquilidad.
Cuando llega la tranquilidad aparece la sabiduría
y cuando la sabiduría aparece se ve la realidad.
Si queréis acabar con vuestras ilusiones debéis dejar de pensar en el bien y en el mal, debéis dejar de implicaros en la actividad. El punto esencial es el espíritu sin pensamientos y el cuerpo sin acción. Cuando los apegos ilusorios se acaban, la ilusión se apaga. Cuando la ilusión se apaga, la esencia inmutable se revela y os volvéis conscientes de ella, continuamente. No se trata aún de la absoluta quietud, pero tampoco de la actividad. (...)
No debéis apegaros a los vestidos elegantes ni a los harapos.
Los vestidos refinados suscitan la avidez y la envidia, así como el miedo a ser robados. Por esta razón son obstáculo para los que practican la Vía. De esta manera, aunque tengáis vestidos elegantes y caros, no os preocupéis de su cuidado. Si unos ladrones os los roban, no lamentéis el haberlos perdido.
Las ropas viejas y sucias, una vez lavadas y remendadas, pueden ser usadas, completamente limpias. Si no os despojáis de la suciedad cogeréis frío y caeréis enfermos. Esto también es un obstáculo en la Vía. A pesar de que no debemos estar ansiosos por nuestra vida, si las ropas, la comida y el sueño son insuficientes experimentaremos molestias innecesarias. (...)
Debéis permanecer tranquilos y vivir mil años como si fueran un instante. Debéis ser como las cenizas frías, como un árbol muerto, como un incensario en un viejo templo, como un trozo de seda blanca.
Esta es mi plegaria.

Extracto de: Zazen Yojinki - Recomendaciones para la práctica de zazen
Escrito por el Maestro Kēizān Jōkīn, fundador del Monasterio Zen Sojiji.
Cuarto Patriarca del soto zen en Japón. Quincuagésimo cuarto sucesor del Dharma del Buda Shakyamuni.
Texto incluido en: Iluminación silenciosa - Antología de textos Soto Zen
Selección de Dokusho Villalba, Edición de Kepa Egiluz, Ed. Miraguano:2010

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