El yo desnudo.



Cuando estamos sentados en zazen, cara al muro, ni ilusión ni despertar, no estamos ni vivos ni muertos, somos simplemente lo que somos. Eso es todo.
En zazen retiramos todos nuestros vestidos y nos volvemos el yo desnudo.


Shôhaku Okumura Roshi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Óctuple Sendero (8/9)

A mitad del camino...

Siempre hacia delante.