Nos inclinamos...

En el momento que entramos al dojô, juntamos las manos en gassho, nos inclinamos delante de Budha. A partir de ese momento se crea una conexión, una relación con Buda. En principio, es nuestra propia naturaleza de Budha la que nos empuja a venir, como si ella aspirara a actualizarse.

Pero viniendo y practicando nos conectamos a Buda y a toda la línea de Budhas y de Patriarcas que actualizaron la Vía en el pasado. Eso es lo que simboliza la postura de Budha en el altar.

Significa que no practicamos solos. Estamos solos pero al mismo tiempo completamente juntos; juntos en el dojô y juntos con toda la comunidad de aquellos que siguieron la Vía en el pasado y que la transmitieron.

Roland Yuno Rech
Extracto del Kusen de la Sesshin de Alès (F), Septiembre 2008.

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