Como el caballo trabado...

En el exterior, la calma.
En el interior, el movimiento.
Como el caballo trabado
y el ratón escondido.

 Nuestro espíritu está  aparentemente en calma, pero en el interior no hay más que movimiento. El caballo trabado no puede escapar. Su comportamiento exterior parece apacible, pero interiormente lo que desea es escapar y galopar. Lo mismo ocurre con el ratón escondido. En un rincón sombrío de la cocina de la granja, el ratón está hambriento. Siente deseos de salir en busca de comida. espera aparentemente tranquilo, pero interiormente todo es agitación.
Bien dirigido, el caballo fuerte se convertirá en una excelente montura. En el budismo Mahayana no se trata de suprimir las pasiones, sino de saber controlarlas para que su energía sea fuente de actividad, sabiduría y compasión verdaderas.
Como dice el gran Maestro Shinran: "Las pasiones, los deseos, son el agua del satori" Un gran bloque de hielo, al fundirse, dará mucha agua. Todas las existencias del cosmos, todos los seres humanos, poseen la naturaleza de Buda.

Taisen Deshimaru Roshi.
La práctica del Zen.
Editorial Kairós - Junio 1979.

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