Trampas y Promesas de la Vía, por Gérard Chinrei Pilet (01/..)

TRAMPAS Y PROMESAS DE LA VÍA.

Por Gérard Chinrei Pilet, maestro zen

INTRODUCCIÓN

Si fuera suficiente con colocarse en postura de zazen y ser fiel a esta práctica para realizar la Vía, todos los practicantes asiduos despertarian y no habría necesidad ni de maestro, ni de transmisión, ni de certificación. Si, al contrario, hubiera que esperar a no tener ya ilusiones para practicar, nunca comenzaríamos. Es decir que nuestra práctica se instala y se desarrolla en medio de nuestras ilusiones y la Vía es, como su nombre indica, un camino que conduce del sueño de la ignorancia al despertar. Algunas ilusiones -cuya naturaleza puede variar para cada uno- son particularmente tenaces y constituyen lo que pudieramos llamar trampas en la Vía. Por trampa, hay que entender algo que en apariencia está de acuerdo con la Vía pero que de hecho nos aleja de ella.

Los mayores maestros cayeron temporalmente en algunas de ellas y no han dejado, en su generosa compasión de informarnos ¿No cayó el mismo Buda durante algunos años en la trampa de la mortificación? Varios siglos después, Yoka Daichi expuso las suyas en su maravilloso "Canto del Despertar".

Apoyándome en su testimonio, pero también en mí experiencia personal de la Vía y en mis observaciones, he escrito algunas notas. No tienen la pretensión de establecer una lista exaustiva de las trampas censadas en la Vía, sino de iluminar algunas de entre ellas con el fín de hacer sensible al lector y ayudarle así en su práctica.

CAPÍTULO I

VÍA ESPIRITUAL Y DEMANDAS DEL YO

¿Qué es el ego?

Antes de debatir las relaciones entre vía espiritual y las demandas del yo, concentrémonos sobre lo que hay que entender por "yo" o ego.

Si nos observamos a nosotros mismos y al conjunto de los seres humanos, nos damos cuenta de que somos arrastrados por un montón de deseos. Por supuesto, hay necesidades fundamentales sin cuya satisfacción la vida no puede continuar: necesidad de comer, de beber, de protegerse de la intemperie. Pero más allá de estas necesidades, proliferan una infinidad de deseos cuya naturaleza varía según las caracteristicas del individuo: deseo de éxito profesional, de notoriedad, de riqueza, de poder, de libertad, de niños etc. La lista sería interminable... La observación nos hace constatar que nacen de una fuerza que nos empuja hacia lo ilimitado. La dinámica de los deseos, es la dinámica de "siempre más". Siempre más dinero para los que tienen sed de posesión, de poder para los que son impulsados por la ambición, etc. En suma, tras esta multiplicación de deseos, está la búsqueda de una satisfacción total, que nunca se obtiene. El ser humano, fundamentalmente, siente una falta, siente que es incompleto, por el hecho de no aceptar el sentirse limitado. Aspira a lo ilimitado. Y en tanto que no realiza este limitado, los deseos abundan.

El problema es que la mayoría de las personas concentran sus deseos en objetos que jamás colman su aspiración a lo ilimitado. Sólo unos pocos humanos realizan este ilímitado al que todos aspiramos, comprometiéndose en un camino interior que llamamos vía espirítual. Es una evidencia: todos los seres humanos buscan lo ilimitado, es decir, en cierta forma buscan la Vía. Pero la mayoría fracasan porque se equivocan de dirección: creen que el conseguir objetos del mundo exterior calmará su falta fundamental, saciará su sed.

Se concentran en el "tener" en "tener más", en "tener siempre más". Este "siempre más" es el sintoma del fracaso de su búsqueda de sentido que revela una insatisfacción, una falta de complitud que sólo la concentración sobre "el ser" puede de hecho disipar.

El ego, es en primer lugar este sentimiento de estar incompleto, presente en todo ser humano; y lo que de ello resulta, una proliferación de deseos o más bien este esquema atracción/rechazo. Si deseo algo, necesariamente tengo miedo de su contrario. E igualmente a partir de esta ilusión de estar separados sentimos esta falta de complitud. Es una ilusión, el hombre se cree separado del Todo, mientras que de hecho, es ese Todo. ¡La ola es inseparable del Océano! Para frenar el sentimiento de no estar completo y el esquema atracción/rechazo que de ahí surge, hay que disipar la ilusión de la separación. Proponer un método y una práctica que permitan llegar a ello es el tema de toda vía espiritual digna de ese nombre.

Continuará...

Gerard Chinrei Pilet
Trampas y Promesas de la Vía.
Articulos y Conferencias de Gerard Chinrei Pilet
Asociación Zen Internacional, fundada por el Maestro Taisen Deshimaru - Dojo zen de París.

Traducción del Dojozen Genjo de Pamplona/Iruña 

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