Trampas y Promesas de la Vía, por Gérard Chinrei Pilet (03/..)

TRAMPAS Y PROMESAS DE LA VÍA

Por Gérard Chinrei Pilet, maestro zen

CAPÍTULO I

VÍA ESPIRITUAL Y DEMANDAS DEL YO

Demandas del yo y cese del sufrimiento

Una de las aspiraciones fundamentales del principiante en la Vía, en la mayoría de los casos, es liberarse del sufrimiento. Es algo totalmente natural. En efecto, todos los seres humanos aspiran a la felicidad, pero casi todos se equivocan en los medios a poner en marcha para realizarla. Este no es el caso de la persona que se compromete en una vía de despertar. Esta persona ha comprendido, o sentido confusamente que volver la mirada al interior es la llave que puede liberarla del sufrimiento. Por otra parte, existe en el practicante, de forma tenaz y sutil, la creencia de que pueda existir un yo sin sufrimiento. ¡Como si la Vía fuera un conjunto de técnicas que lograran la azaña de conciliar la persistencia de la ilusión del yo y el cese del sufrimiento!

Buda, en su sermón sobre las nobles verdades, afirma claramente que la Vía es el medio de liberarse del sufrimiento, pero también afirma claramente que el deseo, entendámoslo como el esquema atrcción/rechazo, es la causa del sufrimiento. Lo que quiere decir que liberarse del sufrimiento supone liberarnos de este esquema atracción/rechazo que es su causa. Y este esquema es precisamente el rasgo más característico del ego, como hemos visto anteriormente.

El Buda explica claramente la unión entre este esquema y el sufrimiento cuando dice: "Estar unido a lo que no se ama es sufrimiento y estar separado o privado de lo que se ama es sufrimiento". Lo esencial de la práctica de la Vía consiste en salir de este esquema. En el zen, esto se efectúa de forma preeminente durante la meditación -zazen-, en la que dejamos pasar los pensamientos y todos los contenidos de conciencia que aparecen sin escaparnos, sin apropiarnos de ellos o alimentarlos. Esa neutralidad llamada en el zen hishyrio, va a abrir la consciencia a un espacio infinito que podríamos llamar conciencia de Buda. Tiene como característica poder acoger todo sin ser perturbado por nada. Algunos maestros de la tradición zen lo han comparado a un espejo que refleja todos los objetos colocados delante de él sin ser afectado por ninguno de ellos. Esta conciencia nos hace salir del esquema atracción/rechazo y del mundo del ego para entrar en el de Buda y nos hace salir del esquema placer/sufrimiento para establecernos en la ecuanimidad y en la felicidad incondicional.

Cuando la madurez espiritual se profundiza, la práctica de hishyrio sale del espacio protegido del dojo para ganar el terreno de la vida cotidiana, que ofrece múltiples oportunidades para poner en práctica el abandono del esquema atracción/rechazo. ¡Cuantas veces, en efecto, a lo largo del día vemos elevarse en nosotros tal o cual impulso de apropiación!. Si en estas circunstancias sabemos no reaccionar mecánicamente, sino observar lo que pasa en nosotros, es una primera etapa de la conquista de libertad frente al sufrimiento. La segunda etapa consistirá en aceptar plenamente la situación generadora del rechazo sin vivirla como inevitable. Haciendo esto cortamos de raíz el proceso del sufrimiento haciendo desaparecer el yo-rechazo en el mismo origen de éste. Cuando solamente hay sufrimiento y ya no hay un yo que sufra, el sufrimiento se desvanece.

El mondo entre Bodhidharma, célebre maestro chan del sigloVIII y su discípulo Eka es significativo. Eka se queja a su maestro de que su espíritu está atormentado y no encuentra la paz, en una palabra, sufre. Bodhidharma le pide:
    -  ¡Muéstrame tu espíritu atormentado.!
    -  No puedo, responde Eka, es inasible.
    -  Entonces ya está pacificado, concluye Bodhidharma.

Si no hay un espíritu personal para apropiarse del sufrimiento o para oponerse a él rechazándolo, el sufrimiento se desvanece y la gran paz presente en cada uno de nosotros se manifiesta.

Los practicantes de zen pueden encontrar esto ilustrado en el sufrimiento físico a veces sentido en una meditación prolongada. Si nos identificamos con este sufrimiento y nos oponemos a él, se hace insoportable. Por el contrario, si lo percibimos como sufrimiento y no como "mi" suftimiento y si es aceptado se convierte en un fenómeno entre otros.


Continuará...

Gerard Chinrei Pilet
Trampas y Promesas de la Vía.
Articulos y Conferencias de Gerard Chinrei Pilet
Asociación Zen Internacional, fundada por el Maestro Taisen Deshimaru - Dojo zen de París.

Traducción del Dojozen Genjo de Pamplona/Iruña

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Óctuple Sendero (8/9)

A mitad del camino...

Siempre hacia delante.