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Mostrando entradas de agosto, 2019

El gesto de `gassho´ ...

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El gesto de `gassho´ El maestro Taisen Deshimaru acostumbraba a decir que si se tiene la imposibilidad de hacer zazen, hay que unir simplemente las manos , una contra otra, y hacer gassho delante de un espejo, inclinándose ante la propia y profunda naturaleza de buda. Las manos están colocadas una contra otra, la punta de los dedos a la altura de la nariz. Los antebrazos horizontales , los hombros relajados. Como durante zazen o durante kin hin los dedos permanecen unidos hasta las puntas. Sentados o de pie, inclinad profundamente pero de manera natural el busto a partir de la cintura, sin discreción ni ostentación, sin adelantar los brazos ni sacar las nalgas hacia atrás. Sentados en zazen, durante una sesshin, el godo pasa por detrás vuestro para hacer ken tan , el saludo matinal. Poneos en la postura de gassho cuando el godo llegue a vuestra altura, después volved a poner las manos en zazen sin inclinaros. De esta manera, y a medida que avanza el godo , se forma una ola que

No cesamos de combatir...

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No cesamos de combatir contra las ilusiones con otras nuevas ilusiones. En el Shodoka está escrito: "No existe ni falta ni felicidad, ni perdida in ganancia. En la paz de este término absoluto no tenemos que buscar nada". Lo que expresa el maestro Yoka es que para ser uno mismo no hay nada que realizar. La cultura, la sociedad, las instituciones nos piden que nos convirtamos en algo diferente a lo que somos realmente. Nuestras etiquetas nos encierran en una historia personal y crean lo que llamamos nuestro ego. Todos aquellos que practican zazen perciben perfectamente esta ilusión.  Y deseamos cambiar y convertirnos en otra cosa. Pero esto también es una ilusión. El deseo de cambiar en nosotros es también una aportación cultural, una construcción del ego. ¿Que tendríamos que cambiar realmente? ¿Por qué cambiar? Kodo Sawaki decía: "¡Estáis bien tal y como sois!" Durante nuestra vida no cesamos de combatir contra las ilusiones con otras ilusiones. Cada vez que s

La sabiduría de zazen...

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La sabiduría de zazen, fuente de la responsabilidad. Ser responsable quiere decir ser valedor de las consecuencias de sus actos: aceptar las consecuencias naturales para uno mismo y para los demás. También quiere decir buscar la coherencia entre la enseñanza, la práctica y la actualización. Ser responsable implica ser consciente de la causalidad kármica y, por lo tanto, ser capaz de prever los efectos de nuestros pensamientos, de nuestras palabras, y de nuestras acciones. Cuanto más aclaramos y disipamos nuestra ignorancia, más nos liberamos de los condicionantes y más somos responsables: sin libertad no hay responsabilidad. Cuanto más clarividentes somos más podemos ser responsables.  Ser responsable significa ser capaz de tomar decisiones de las que habrá que rendir cuantas a los demás: se es responsable de lo que se ha hecho de la propia vida ante Dios, Buda, el orden cósmico. El monje zen asume la responsabilidad de su vida. Aprender a conocerse uno mismo por medio de zazen nos

Olas de los pensamientos...

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Olas de los pensamientos, olas del mar. Cuando miramos el mar podemos ver toda clase de olas que innumerables vienen de no se sabe dónde, se suceden unas a otras, del mismo modo que nuestros pensamientos en zazen. Observando esto, me he dado cuenta que mi mirada se fija siempre en el momento en que las olas rompen, en el lugar en que ellas rompen. Es en el momento en que rompen cuando son bellas. En el momento en que las olas rompen en la orilla, es como si de golpe fueran liberadas de su forma, el momento de retorno a su origen. Igualmente durante zazen, las olas de nuestros pensamientos y nuestras ilusiones se forman y aparecen sin cesar. Y cuando vienen a romperse en la postura de zazen, en la concentración en la postura de zazen se hacen hermosas. No hermosas en el sentido de que podrían hacernos apegarnos a ellas, sino hermosas porque en ese momento, su esencia se manifiesta, lo que tienen de impermanente, de no sustancial, de no separado del océano, del mar. Es en su frag

20 al 22 septiembre, Antonio Taishin Arana, encuentro zen en León.

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20, 21 y 22 Septiembre 2019 Encuentro Zen en el dojô de León Dirige: Antonio Taishin Arana, maestro zen Viernes 20 septiembre A las 19,30 h. en el Dojô de León, Suero de Quiñones 17, 1ºD  Charla sobre "Meditación Zen y vida diaria" Hospedaje en el Albergue de Ada, en Reliegos (a 25 kmtrs de León) Sábado 21 septiembre La sesión será de 9,00 horas a 14 horas con práctica de zazen, introducción, teisho, mondo, ceremonia… Tras la comida, regreso a Reliegos, allí habrá samu-preparación de la cena y costura.  Tras la cena, práctica de zazen. Domingo 22 septiembre   Zazen 7,30-9 horas. Desayuno. Paseo meditativo por el encinar de Reliegos. 11,30-13 zazen. Seguido de samu-costura y comida. A la tarde turisteo por León con “guías locales”. APORTACIÓN : 70 euros, salvo la comida del sábado. NOTA : Desde Pamplona, hay un tren que sale a las 13, 15 el viernes hacia León y otro de vuelta el lunes a las 10,44 horas

Cartier-Bresson, fotógrafo zen.

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Para aquellos que amamos la fotografía... y el Zen. La filosofía fotográfica de Henri Cartier-Bresson se basaba en el placer de la contemplación y en la importancia del instante y de lo sencillo como enseña el budismo. Cuando su amigo el pintor Georges Braque le regaló el libro  El Zen en el arte caballeresco del tiro con arco  no imaginó que esta obra iba a influir tanto a su amigo. De él aprendió una de sus máximas:  presentarse, aguardar en el anonimato y desaparecer.  De alguna forma, el “instante decisivo” es una metáfora de la caza y Cartier-Bresson “atrapaba” la vida que se desarrollaba frente al objetivo de su cámara. Como lo hicieran Brassaï o Atget, Cartier-Bresson vagó por las calles de París sin un destino fijo, buscando el momento adecuado para disparar la cámara. De alguna manera, esto recuerda a la acción intuitiva o la escritura automática de los surrealistas y al  objet trouvé  de los dadaístas. Él escribió: La fotografía es un impulso espontáneo que proviene de m

El Óctuple Sendero (9/9)

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El Óctuple Sendero. La meditación justa. El último aspecto de este Óctuple Sendero es la meditación dhyana , la práctica de la concentración. Para nosotros es zazen. No necesito desarrollarlo demasiado porque ya lo practicáis y, sin embargo, es lo que más debería de desarrollarse porque es la fuente de todo. En la enseñanza de las Cuatro Nobles Verdades y en el Óctuple Sendero la concentración justa, llamada práctica de dhyana se enseña de forma algo diferente a como se enseña en la práctica de zazen. Es lo que se llama la práctica de las cuatro etapas de dhyana. Para mí es lo mismo que zazen, pero se explica de forma didáctica lo que, por otra parte, ayuda a comprender con más claridad de qué se trata y, sobre todo, está adaptado a una mentalidad india que gusta de las clasificaciones. El Buda mismo insistió a menudo en estas cuatro etapas de dhyana. La primera etapa es aquella en la que abandonamos todo lo que concierne a los bonno, a los venenos, es decir la avidez, el od

El Óctuple Sendero (8/9)

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El Óctuple Sendero. La atención justa. Para el Buda la atención justa era la fuente del despertar. En otro sutra que viene poco después del sermón de Benarés y que se llama sutra de Satipatthana, sobre la práctica de la atención, habla de los cuatro tipos de atención justa y al final del sutra dice: "Si lo practicáis durante diez años, haréis realidad la Vía" y después: "Si lo practicáis durante un año, haréis realidad la Vía" es decir haréis realidad el despertar, y decía que él había hecho realidad el despertar practicando esta atención justa. Con respecto a todas las prácticas del Óctuple Sendero podemos decir que cada una de ellas incluye todas las demás. Vais a verlo con la atención justa pues la atención justa es, en primer lugar, estar atento al propio cuerpo y a la respiración. Lo que incluye, para nosotros, la forma de practicar zazen. Pero no es solo durante zazen. Es ser absolutamente consciente y estar centrado en el propio cuerpo, en sus diferent

El Óctuple Sendero (7/9)

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El Óctuple Sendero. El esfuerzo justo. Lo que llamamos esfuerzo justo no es el desaforado esfuerzo que podríamos hacer por espíritu de competición con nosotros mismos para alcanzar una meta. Es más bien el esfuerzo constante, la práctica constante sin desánimo, que no desemboca en mortificación. Así que es importante que haya un equilibrio en el esfuerzo justo. También es importante integrar en el esfuerzo justo el espíritu mushotoku , pues si el esfuerzo se realiza con la intención de alcanzar un resultado para uno mismo , transformará la práctica en una especie de búsqueda de provecho que estará en el punto opuesto a la liberación. Si, por ejemplo, nos esforzamos en practicar para conseguir el satori, si nuestra practica está mancillada por el objetivo de conseguir algo para nosotros mismos y por esa razón hacemos tantos esfuerzos, entonces somos esclavos de la Vía en lugar de entrar en una vía de liberación. El esfuerzo justo es practicar cada cosa como Vía de la realización e

El Óctuple Sendero (6/9)

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El Óctuple Sendero. El modo de vida justo. Viene después lo que llamamos el modo de vida justo, es, en primer lugar, la actividad profesional. Cómo ejercer una actividad profesional que no traicione lo que hemos podido comprender de la Vía a través de nuestra práctica de zazen. Esto consiste en evitar las profesiones que son causa de sufrimiento. Por ejemplo, no serían profesiones justas las que creen sufrimiento a los animales, a los seres vivos, que provoquen contaminación, profesiones toxicas, peligrosas, comercio con armas, drogas, productos nefastos para la salud. De hecho, generalmente, la gente que empieza a practicar zazen al cabo de cierto tiempo se pregunta sobre su compromiso profesional y, a menudo, vemos que la gente evoluciona al cabo de los años hacia un deseo de tener una profesión que le permita expresar mejor cierto sentido de la solidaridad, un deseo de ayudar a los demás. Pero, cualquiera que sea nuestro compromiso profesional, la manera de ejercer la profe

El Óctuple Sendero (5/9)

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El Óctuple Sendero. La acción justa. Después, la acción justa es la acción que respeta los preceptos (que no son sino la expresión del despertar como decía Bodhidharma, a fin de cuentas todos los preceptos están contenidos en la naturaleza de buda). El sentido del despertar en la Vía del zen es despertar a nuestra verdadera naturaleza. Si despertamos a nuestra verdadera naturaleza, respetaremos los preceptos, no podremos hacer ningún mal ni hacer sufrir a los demás porque nos animará un sentimiento de compasión y, por consiguiente, los preceptos serán inútiles. Pero antes de esto hay que recorrer a menudo un largo camino para abandonar los condicionamientos, para purificarse de los venenos que frecuentemente nos hacen actuar con avidez o agresividad. En este caso los preceptos son evidentemente un buen guía para evitar crear sufrimiento y caer en acciones que no son justas. En el ámbito de la acción están esencialmente los preceptos de no matar, no robar, no intoxicarse y no mant

El Óctuple Sendero (4/9)

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El Óctuple Sendero. La palabra justa. El tercer aspecto del Óctuple Sendero -entramos en la ética- será la palabra justa. Por palabra justa no entendemos sólo una palabra que enuncia una enseñanza justa del budismo, las Cuatro Nobles Verdades, por ejemplo. Por palabra justa entendemos sobre todo evitar la mentíra y, a la inversa, expresarse de forma verdadera, auténtica. Es también una palabra que evita herir, hacer sufrir. Así que la manera de hablar es muy importante, cómo nos dirigimos a las personas. No es sólo lo que les decimos, sino cómo lo decimos: evitar ofender, herir y al contrario desarrollar una palabra de amor, de comprensión, una palabra de consuelo; utilizar la palabra en la idea del pensamiento justo, es decir, como medio para ayudar y no como medio para vanagloriarse, para tener poder, para mostrar conocimientos y, más aún, para engañar a los demás con mentiras. De hecho las palabras de amor (aigo) forman parte de la palabra justa y para Dogen eran uno de los

El Óctuple Sendero (3/9)

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El Óctuple Sendero. El pensamiento justo. Después está el pensamiento justo. El término puede parecer algo dogmático, como si hubiera una manera de pensar justa y otra falsa. Pero a fin de cuentas lo que se comprende con la expresión pensamiento justo no es en absoluto un pensamiento dogmático ni un pensamiento intelectual , es, al contrario, un pensamiento que es la expresión del despertar, de la comprensión justa. Es, por lo tanto, un pensamiento que será esencialmente la expresión del corazón, de la compasión, de la benevolencia. Éstos son los dos principales aspectos del pensamiento justo. Por otra parte, este Óctuple Sendero no caracteriza solo al pequeño vehículo, es también la Vía del bodhisattva, porque lo que llamamos pensamiento justo es el pensamiento de la compasión: es estar preocupado por la cuestión de saber cómo ayudar a todos los seres a resolver sus sufrimientos,sentir simpatía hacia estos seres, procurarse los medios para poder ayudarles, y desarrollar lo que

03 al 15 septiembre, Seikyuji, Semanas de práctica, con Raphaël Dôkô Triet

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Del 03 al 15 de Septiembre En el Templo Seikyuji (Sevilla) Semanas de Práctica Zen Dirige: R aphaël Dôkô Triet. Información e Inscripciones: https://www.seikyuji.org/calendario/

El Óctuple Sendero (2/9)

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El Óctuple Sendero. La comprensión justa. Lo que llamamos comprensión justa es esencialmente la comprensión de la enseñanza de base del Buda, es decir las Cuatro Nobles Verdades. La primera de estas nobles verdades es la conciencia de que la vida no nos satisface por varias razones. A menudo traducimos dukka por "la vida es sufrimiento". Pero, evidentemente, no se trata sólo de un sufrimiento ordinario. Se trata de que la vida es impermanente y de que, incluso si contiene felicidad, esa felicidad es efímera. Por consiguiente, en el instante mismo en el que sentimos la mayor felicidad, siempre tenemos un punto de angustia, la inquietud de que no dure porque está condicionada por muchas circunstancias, lo que hace que, incluso si somos felices, sabemos que no durará eternamente. Es, de alguna manera, como el gusano en la fruta que causa sufrimiento y nos hace conscientes del carácter insatisfactorio de la existencia. Creo que es el punto esencial que provoca lo que llam

El Óctuple Sendero (1/9)

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El Óctuple Sendero. Lo que llamamos el Óctuple Sendero es en realidad la Vía del Buda, es la quintaesencia de su enseñanza. Comenzó a enseñarlo en el sermón de Benarés, tras su despertar. Enunció lo que él llamaba la Vía del Medio a partir de las Cuatro Nobles verdades, la cuarta era el Óctuple Sendero. Este Óctuple Sendero explica cómo practicar para avanzar por el camino de la liberación y experimentar en esta vida un estado de fin del sufrimiento y de liberación. La Vía que el Buda enseñó a lo largo de su vida no fue sino modulaciones de este primer sermón y, sobre todo, de lo que él llamaba el Óctuple Sendero. De una u otra manera retomó este tema durante cuarenta y cinco años, e incluso los más grandes textos del Mahayana no son más que modulaciones de aquél. Éste es uno de los importantes temas que me gustaría desarrollar puesto que a menudo tenemos la idea de que el Óctuple Sendero es la enseñanza del pequeño vehículo, del Hinayana, por oposición a la enseñanza del Mahayana

¿Es el zen budismo?

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¿Es el zen budismo? Todos podemos practicarlo: judíos, cristianos, musulmanes, ateos ¿El zen es budista?.¿Está más allá de cualquier religión?. En realidad la verdadera pregunta es: ¿las enseñanzas corresponden a nuestra verdadera experiencia? Para algunas personas, el zen está más allá de todas las religiones y por tanto no es budista. Asimismo, enseñamos que el zen es solamente zazen y zazen, solamente sentarse: aprender a conocerse uno mismo y abandonar su pequeño ego, encontrar una manera de estar más en armonía con nuestra naturaleza profunda. Ninguna necesidad de adherirse a una doctrina, e incluso menos a un ritual religioso. Sin embargo el zazen que practicamos es la misma práctica que la que hizo del hombre Shakyamuni un iluminado, un Buda, y su práctica se nos ha transmitido por una linea de maestros que remonta desde el maestro Deshimaru, Kodo Sawaki, Dogen, hasta Buda en 84 generaciones. El maestro Dogen mismo criticaba la expresión "zen" para designar su en