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Mensaje para el hombre civilizado...

 

Mensaje para el hombre civilizado

Por el Maestro Taisen Deshimaru
Maestro Deshimaru


La civilización ha llevado su desarrollo muy lejos hoy en día; Esto es muy práctico, pero ¿es ésta realmente la vida ideal?

¿Cómo podemos avanzar?

La civilización moderna nos aleja de las cosas reales y vivimos más entre imitaciones que entre la belleza de la naturaleza. Debemos pensar en la verdadera civilización, si está hecha de imitaciones o convenciones rígidas debemos eliminarlas.

¿Pero como?

La civilización engendra una dura lucha por la vida. Esto se ve no sólo entre naciones, sino entre hombres y mujeres, entre estudiantes y maestros, entre hermanos y hermanas, jefes y trabajadores, entre amigos e incluso en nuestras mentes que se complican: el bien y el mal luchan duramente. Esta civilización produce cada vez más ansiedad, irritación, etc.

Como debemos ganar en la lucha por la existencia, ganar en el amor, ganar dinero, nuestra mente se vuelve muy calculadora y nuestra vida es mentirosa y falsa. Entonces queremos escapar de esta mente complicada, de este mundo difícil pero nadie puede escapar de su propia mente.

Por eso necesitamos una verdadera práctica que pueda abrir nuestra mente y liberarla.

Los seres llamados civilizados sólo piensan en lo que pueden obtener para sí mismos y que constituye su propio mundo. Su pensamiento se limita a esto y no puede abarcar todo el universo. Prefieren vivir entre modas cambiantes antes que de forma natural. Están alejados de la realidad, de la verdad, de la sinceridad, la espontaneidad y la honestidad. Viven en mentiras y ficción. Se dejan llevar por las modas pasajeras.

Es necesario volver a la claridad de nuestra verdadera mente. Debemos vivir libremente una vida feliz. La gente se cansa y muere viviendo una vida artificial; nunca tienen suficiente dinero, buena comida, satisfacción en su trabajo y en su situación de felicidad en el amor. Están llenos de miedo y temen todo.

 Por eso debemos respirar profundamente el aire natural y crear un mundo nuevo. Hay que hacer una revolución del espíritu, el espíritu que es el impulso vital. Debemos ir más allá de la felicidad y la infelicidad, de lo placentero y lo desagradable, de la vida y la muerte. Es la última y suprema alegría y la mejor manera de lograrlo es zazen.

Zazen no es una imitación. Debemos sentarnos con la columna muy recta y la barbilla metida hacia adentro. A través de esta sencilla práctica encontraremos nuestro yo verdadero, natural y original. Podremos encontrar la verdadera espiritualidad, la verdadera luz y la salud.

Esto sólo se puede lograr ejercitando nuestro cuerpo en zazen.

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