La conciencia de Buda mirando a la sombra...

Gérard ChinRei Pilet.

Sesshin de Artajona (Navarra), 1,2 y 3 de Noviembre, 1996

Viernes 1-11-1996 -  16:30 h.

El estrés emocional pasado influye en nuestra forma de respirar. Por ejemplo, las personas que han tenido un nacimiento difícil o que han tenido una infancia violenta o llena de violencia, a menudo viven hipoventiladas. El estrés emocional ha bloqueado el ritmo respiratorio, la amplitud respiratoria. Si seguís haciendo zazen podréis encontrar naturalmente la verdadera respiración y eso será la fuente de una nueva energía. Del mismo modo, los estados emocionales presentes influyen también en nuestra respiración. Sensei nos decía a menudo que el asesino, el criminal, antes de cometer un crimen, necesariamente tenía que tener una respiración corta, entrecortada y nos decía que si esa persona hubiera tenido conciencia de su respiración, sin ninguna duda no hubiera cometido su crimen.

Buda comparaba el cuerpo a una barca, una barca que nos permitía alcanzar la otra orílla. Poner el cuerpo en la postura de zazen, concentrar la mente en esa postura, observar la respiración, es hacer que el cuerpo sea una barca para alcanzar la otra orilla de la conciencia, la conciencia de Buda.

Los dos primeros pilares de zazen son poner este cuerpo en la postura y concentrarse después sobre la respiración. El tercer pilar de la práctica de zazen es dejar pasar, dejar, dejar pasar; dejar pasar los pensamientos, las emociones, las sensaciones; no alimentamos nada de todo esto, pero tampoco lo rechazamos. Hacemos de la conciencia, de alguna manera, un espejo; el espejo refleja los objetos, sin quedar afectado por ellos, pero sin rechazarlos tampoco. De igual modo, la conciencia, durante zazen, semejante a ese espejo, no rechaza nada, pero tampoco se identifica con nada.

En la vida cotidiana la mayoría de la gente se identifica con sus pensamientos, con sus emociones; o bien al contrario quieren rechazarlas, separarse de ellas; zazen es dejar de funcionar así, dejar de funcionar así haciendo que la conciencia se vuelva un espejo, testigo neutro de todo nuestro universo interior. Freud dio al hecho de rechazar los pensamientos o las emociones, el termino de "inhibición", zazen es dejar de reprimir, dejar de identificarse. En la vida cotidiana muchas personas dejan de lado, rechazan sus vergüenzas, sus emociones negativas, sus pensamientos negativos, los deseos secretos, los defectos; esa sombra todo el mundo quiere esconderla a sí mismo y a los demás, porque en la vida cotidiana es el ego el que mira al ego, pero durante zazen el ego ya no mira al ego, durante zazen el ego se ve a partir de la conciencia espejo, sin identificación, sin rechazo; es la conciencia de Buda la que mira al ego, la conciencia de Buda que mira a la sombra.

 

Sesshin de Artajona (Navarra) 1, 2 y 3 Noviembre 1996

Dirigida por Gérard ChinRei Pilet, maestro zen.

Organizada por el Dojo de Pamplona / Iruña.

Traducción de Begoña Agiriano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Óctuple Sendero (8/9)

A mitad del camino...

Siempre hacia delante.