La práctica correcta...

La práctica correcta de zazen es en sí misma satori

Es el regreso a la condición original. Sin embargo, el camino hacia este regreso está lleno de obstáculos. El maestro no provoca el satori, pero evita que nos apeguemos a un (falso) satori que creemos haber obtenido, o a una idea falsa que tenemos de alcanzar el satori.


Eso es lo peligroso. Podemos intoxicarnos por una práctica espiritual si imaginamos haber "obtenido" algo, y si nos aferramos a concepciones de una verdad que creemos haber “agarrado”. El maestro está ahí para provocar.


El maestro es un provocador. Está ahí para demoler, para hacer añicos nuestro ego, que siempre quiere “poseer” algo y que, en última instancia, bloquea nuestra evolución.


El maestro está ahí para que sigamos constantemente en la Vía, constantemente en movimiento; para cuestionarnos y así hacernos progresar más allá del satori.


 

Roland Yuno Rech.


Traducción: Ángel Hosshin


Noms de Dieux Alice Éditions, 2001.

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