El Zen de Buda - Zen y budismo.

Zen y budismo

Para algunas personas, el zen está más allá de todas las religiones y no es, por tanto, budismo. Por otra parte, se nos enseña que el zen es sólo zazen y zazen, sólo sentarse, aprender a conocerse a sí mismo y abandonar el pequeño ego, encontrar una manera de ser más armoniosa con nuestra naturaleza profunda. Para ello no hay necesidad de adscribirse a una doctrina, ni mucho menos a un ritual. 

Por tanto, el zen que practicamos es la misma práctica que hizo del hombre Shakyamuni un despierto, un Buda, y su práctica nos ha sido transmitida por un linaje de maestros que se remonta desde el Maestro Deshimaru, Kodo Sawaki, Dogen, hasta Buda en ochenta y cuatro generaciones. El Maestro Dogen, criticaba la expresión zen para designar su enseñanza; prefería la expresión “Butsu-do,” o “Vía de Buda” y criticaba fuertemente a los seducidos por el sincretismo mezcla de taoismo y confucianismo.

Entonces, el zen ¿es budista, o taoista, o incluso cristiano, o por qué no, una forma de terapia? 

Desde un punto de vista, el zen no es budista. 

-Todo el mundo puede practicar zazen: cristianos, judíos, musulmanes, ateos.

-Zazen no implica creencia alguna y el ritual que termina cada sesión no es más que la expresión de la sabiduría y de la compasión que se realizan en zazen.

-No es necesario haber recibido la ordenación de monje o monja, ni siquiera de bodhisattva para practicar zazen en el dojo, es suficiente con respetar las reglas y no molestar a los otros con el propio comportamiento.

-El zen no implica ninguna devoción hacia Buda, la estatua que está en el altar no nos reenvía a ninguna divinidad sino a la práctica. Algunos maestros incluso han quemado estatuas de Buda para cortar los apegos de algunos discípulos a alguna forma de devoción.

-Buda no era budista, no transmitió ninguna revelación trascendente y no pedía a sus discípulos que fueran creyentes. Les recomendaba hacer por ellos mismos la experiencia de su enseñanza. Nadie puede dar el despertar a otro. Cada uno debe despertarse a sí mismo. Buda no ha hecho más que mostrar un camino, una vía.

Pero este camino que es anterior a Buda y esta Vía que está más allá de Buda, ha sido transmitida por Buda Shakyamuni que vivió cinco siglos antes de Jesucristo en India y por los ochenta y cuatro maestros de la transmisión que han sido sus herederos hasta el Maestro Deshimaru. Nadie, aparte de los sucesores de Buda, que se han certificado los unos a los otros, ha trasmitido jamás el zen.

En ese caso, el zen sí es budismo, en el sentido que:

-No hay zen sin práctica de zazen que es la práctica por la cual Shakyamuni se hizo Buda, el Despierto. Cada uno practicando como él, rehace el mismo camino que él hizo, a su manera.

-La escuela zen es una de las escuelas del budismo Mahayana.

-Desde la ordenación de bodhisattva y luego de monje o monja, hacemos los votos de seguir y proteger los tres tesoros: Buda, Dharma y Sangha. Es la profesión de fe que hacen todos los budistas de todas las escuelas.

- Aunque el zen es una transmisión de mente a mente más allá de las escrituras, los maestros zen siempre se han referido a los grandes sutras del budismo Mahayana: el Lankavatara Sutra, el Sutra del Loto, Prajnaparamita, y especialmente el Sutra del Diamante y el Hannya Shingyo.

-Dogen, en su preocupación por anclar la transmisión del zen en la vía de Buda, consideraba que debíamos estudiar todas las enseñanzas de Buda, incluidos todos los sutras del Hinayana. Esto es lo que hemos hecho en los kusen que aparecen en este libro. Para él, las cuatro nobles verdades y la vía del arhat (ideal del budismo Theravada) son también vías de despertar, exactamente igual que el estudio de la cadena de las doce causas interdependientes que describen el proceso de la transmigración, los Pratyeka Budas y la práctica de los seis paramitas que son la vía del bodhisattva.

A partir de aquí, la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Estas enseñanzas se corresponden con nuestra propia experiencia? Nunca debemos hacer dogmas o artículos de fe, sino reflexionar a partir de nuestra práctica.

Por fin, jamás debemos dejar que la enseñanza se transforme en un saber intelectual o en un sistema filosófico, sino concentrarnos en la práctica realización que hace decir a Gensha: “Los Tres Vehículos y las doce enseñanzas son todos no-necesarios.” 

El Maestro Dogo preguntó al Maestro Sekito: “¿Cual es la significación más grande del Dharma de Buda?” El Maestro Sekito respondió: “No puede ser alcanzada ni comprendida.” Dogen preguntó: “¿Ha habido cambio en el desarrollo continuo más allá de Buda?” Y Sekito respondió: “El amplio cielo no impide que las nubes pasen.”

Fragmento de "El Zen de Buda", del maestro Roland Yuno Rech.


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