Montaña y nubes.
Las nubes blancas descienden y se desvanecen.
Sola, poderosa y alta, la cima de la montaña verde domina, eclipsando los cien montes.
Nadie puede alcanzar esta cima, nadie puede conocerla.
Maestro Keizan Jokin, Japón, 1268-1325
Durante zazen nuestro espíritu se vuelve transparente, puro. Vuelve a encontrar su condición normal. Esta es la razón por la que las nubes blancas desaparecen, y la gran montaña verde se yergue solitaria.
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